AGORAFOBIA

AGORAFOBIA 

MIEDO AL MIEDO

ATAQUES DE PÁNICO 

 

Dentro de los Trastornos por ansiedad, la agorafobia es el más común y uno de los más incapacitantes  que se tratan en las consultas de psicología.

El término "agorafobia" proviene del griego "ágora" (lugar del mercado) y de "phobos" (dios griego del pánico). La persona que padece este trastorno sufre una serie de temores relacionados lugares públicos, como salir a la calle, ir de compras, estar en lugares donde hay mucha gente (cines, teatros, campos de fútbol, supermercados y grandes superficies) utilizar determinados transportes (trenes, autobuses, aviones, barcos). A veces, también pueden presentarse algunos temores relacionados con los espacios cerrados.

Los miedos suelen empeorar cuando el paciente esta solo en las situaciones arriba citadas. A veces puede sentir pánico, incluso en casa estando solo/a. La compañía de personas de confianza, animales de compañía y amuletos (llevar una botella de agua, un determinado bolso...) reducen el miedo.

Comienzo: El síndrome suele empezar con miedo/pánico en algún lugar público (Marks 1.987) y se reduce cuando el paciente escapa de la situación. La consecuencia de esto último es que el paciente tiende a evitar esa situación en el futuro y otros lugares públicos en donde nunca ha experimentado un ataque de pánico, pero que tienen características parecidas a la que originó el miedo inicial; incluso pensar en ese tipo de lugares puede provocar e inducirle un pánico o ansiedad anticipatorios. 

El paciente va evitando las situaciones y lugares públicos para reducir el pánico o el miedo; esta es la causa principal de la incapacitación progresiva de los pacientes agorafóbicos, que, en lo casos más graves , terminan recluidos en los límites de la seguridad de su hogar. 

En ocasiones pueden tener ataques de pánico espontáneos "como caídos del cielo", incluso estando acompañados en casa. Durante los ataques de pánico espontáneos o situacionales los pacientes tienen muchos síntomas de ansiedad como palpitaciones, mareos, disnea, sequedad de boca, temblores, visión borrosa, temor de volverse loco/a, sentirse atrapado/a, morir o perder el control. Frecuentemente se desarrolla un temor denominado "Miedo al miedo".

MIEDO AL MIEDO

Los agorafóbicos tienen miedo de aquellas situaciones en las que consideran que pueden tener sensaciones somáticas de ansiedad o ataques de pánico o en las que creen que pueden ocurrir consecuencias dañinas o catastróficas. Por ello, el miedo al miedo tiene dos componentes:

Miedo a las reacciones somáticas: o activación fisiológica asociadas con la ansiedad. Este miedo surge normalmente en las situaciones externas temidas., pero puede darse en otra situaciones como consecuencia del calor, hambre, actividad enérgica, pensamientos perturbadores u otros factores que puedan producir actividad fisiológica.

Pensamientos o cogniciones de que experimentar sensaciones corporales de ansiedad tendrá como consecuencias dañinas o catastróficas de tipo físico (ataque cardíaco, vómito, desmayo, infarto cerebral) o social/conductual (pérdida de control, gritos, volverse loco/a)

Ejemplos de estos pensamientos son: desmayarse, morir, tener un ataque cardíaco, tener alguna enfermedad, vomitar, ahogarse, quedar incapacitado, tener una hemorragia o tumor cerebral, perder el control, volverse loco/a, provocar una escena, gritar, balbucear o hablar de un modo raro, quedar paralizado/a por el miedo, orinarse o ensuciarse, quedar atrapado e indefenso/a y ser incapaz de llegar a casa o a un sitio seguro, no encontrar ayuda cuando se experimentan las sensaciones corporales ansiógenas, quedarse ciego/a, dañar a alguien y tener un ataque de pánico (volver a tenerlo)

ATAQUES DE PÁNICO

Según el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1.994) un ataque de pánico consiste en un período discreto de intenso miedo, aprensión, terror o malestar que va acompañado frecuentemente de una sensación de peligro o catástrofe inminente y de un impulso a escapar y durante el cual cuatro o más de los siguientes trece síntomas aparecen de repente y alcanzan su punto máximo en 10 minutos o menos:

SÍNTOMAS DE ATAQUE DE PÁNICO

Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado.

Sudoración excesiva.

Temblores o sacudidas.

Sensaciones de falta de aire o de ahogo.

Sensación de atragantamiento.

Dolor o malestar en el pecho.

Náuseas o malestar abdominal

Sensación de mareo, de inestabilidad o de desmayo.

Desrealización (sensación de irrealidad) o de despersonalización (sentirse separado de uno/a mismo/a).

Miedo a perder el control o a volverse loco/a.

Miedo a morir.

Parestesias (entumecimiento de miembros o sensaciones de hormigueo).

Ráfagas de calor o escalofríos.

 Los síntomas más frecuentes son palpitaciones, mareo, dificultad para respirar, sudoración y temblores y sacudidas.

Durante los ataque es difícil mantener un patrón racional de pensamiento. Los ataques pueden dejar a la persona agotada y con ansiedad residual moderada o elevada, pero no son peligrosos.

Por último, un comentario sobre este síndrome.

La agorafobia puede ser, como se ha indicado arriba, un trastorno muy incapacitante; así mismo tratado de forma adecuada tiene un buen pronóstico. Si usted cree padecer o tiene diagnosticada una agorafobia, no se desanime; con su trabajo y el del profesional que le atienda saldrá adelante. 

Referencias Bibliograficas

Bados. A. Agorafobia y ataques de pánico. Pirámide 2.000 (pp20-21)

Barlow D.H. 1.988 Anxiety and its disorder

D.S.M. VI Manual Estatistical Disorder (American Psychiatric Association 1.994)

Echeburúa E 1.996 Avances en el Tratamiento Psicológico de los Trastornos por Ansiedad Pirámide